Fiscales acusan a Lula de ser “comandante máximo” de la corrupción en Petrobras
El Ministerio Público Federal de la sureña ciudad de Curitiba denunció al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, su esposa, Marisa Leticia, y otras seis personas, en el ámbito de la Operación Lava Lato, que investiga un esquema de corrupción en la petrolera estatal Petrobras. El fiscal del caso acusó al ex mandatario de ser el “comandante máximo” de la red que desvió millones de dólares de la mayor compañía brasileña.
En agosto, la Policía Federal brasileña presentó cargos contra el ex mandatario por corrupción, lavado de dinero y falsificación, en una causa sobre la adquisición de un apartamento en la playa de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, cuya propiedad se atribuye al ex jefe de Estado. La familia niega la propiedad del inmueble, que fue equipado por una empresa contratista de Petrobras, OAS.
Los fiscales dijeron que OAS lavó dinero robado a Petrobras y lo entregó limpio al ex mandatario.
“Hoy el Ministerio Público Federal acusa Lula como el comandante máximo del esquema de corrupción identificado en el Lava Jato (…) Sin el poder de decisión de Lula este esquema sería imposible”, dijo el fiscal Deltan Dallagnol, en conferencia de prensa.
En la denuncia, los fiscales dijeron que Lula comandó la formación de un esquema delictivo de desvío de desvío de recursos públicos destinados a enriquecerse ilícitamente, así como, buscan la perpetuación delictiva en el poder, comprar apoyo parlamentario y financiar caras campañas electorales. La causa está en manos del juez federal Sergio Moro, al que Lula acusa de abuso de autoridad.
Lula recibió la noticia indignado debido principalmente a la inclusión de su esposa en la acusación. Según sus abogados y allegados políticos, la acusación no cuenta con las pruebas necesarias y en realidad busca truncar la carrera política del ex presidente, que ha mostrado intenciones de postularse de nuevo a la presidencia en 2018.
El ex presidente es investigado en tres causas por supuesta recepción de beneficios de empresas que se favorecieron de la red de corrupción enquistada en Petrobras. La estatal cobraba sobreprecios a sus contratistas; los excedentes financieros en los contratos se destinaban a partidos políticos oficialistas, según los investigadores.